Colección de Lotería Nacional 1980
Especial dedicado al Periodismo Español

Aquellos cuadros costumbristas de casación, interpretando escenas del siglo XVIII, tuvieron en el pintor sevillano José Jiménez Aranda a un feliz intérprete. Muestra acabada de este estilo y una de sus más celebradas obras sería el cuadro La Lectura de ”La Gaceta”, pintado en París en 1888, y cuyo fragmento recoge nuestra ilustración. Frente a una barbería sevillana alguien lee en voz alta a un grupo de circunstantes las noticias de La Gaceta, mientras el personaje más cercano se inclina, atento y arrobado, para no perder el hilo del relato. Labios minoritarios expandían así toda la información entre las gentes curiosas a quienes era inaccesible la lectura.

La circulación de la Prensa – uno de los grandes problemas de la economía periodística de todos los tiempos - , desde su nacimiento, tuvo con el correo una correlación tal que la periodicidad de aquella no pudo establecerse hasta que se impuso la regularidad de las postas. A través de los siglos sigue esa dependencia o complementariedad. A finales del XIX los periódicos españoles de gran tirada eran conducidos a los correos en coches, con aire de carroza, tirados por caballos. El vehículo de El Liberal, de Madrid, en 1899, sale de la imprenta de la entonces calle del Turco hacia las estaciones…

La erudición catalana ha guardado para este ejemplar de una Gazeta de Barcelona el rango de prioridad y la gala de incunable que corresponde a su fecha setecentista. Es la primera de Cataluña. Algunos estudiosos han querido darle primacía nacional sobre la de Madrid, por razón cronológica, desconsiderando que la de Barcelona no tuvo continuidad periódica como la de Madrid. Esta Gazeta de Barcelona es un ejemplar de ocho páginas en cuarto, redactada en catalán, y estampada, con licencia, por Jaime Romeu, ante San Jaime, en 1641.

Fue el presbítero vicense Jaime Balmes el gran pensador español que consagró su vida entera a la defensa de sus principios religiosos y ha quedado en la historia de la prensa española como la figura más representativa del periodismo católico de nuestra patria. Sobre su ingente tarea de escritor político y moralista, habría que destacar su fecunda labor en la tribuna de la prensa, donde colaboró muy intensamente, fundando publicaciones que constituyen en su tiempo un venero fecundo de doctrina: La Civilización, El Pensamiento de la Nación, La Sociedad y otros.

Como un símbolo que abarcase representativamente la tarea de “relacioneros” y “gaceteros”, se han elegido los facsímiles de las firmas de cuatro nombres indiscutibles, tres del siglo XVII y uno de la siguiente centuria, por su significación prototípica de un quehacer informativo que aparece embrionario en el seiscientos y culmina consolidado en el setecientos. Nos referimos al sevillano Andrés de Almansa y Mendoza, autor de Cartas de Novedades; al zaragozano José Pellicer de Ossau Salas y Tovar (1602-1697), redactor de los Avisos; al madrileño naturalizado Francisco Fabro Bremundan (1621-1698), fundador de la Gaceta de Madrid, y al turolense Francisco Mariano Nifo (1719-1803), creador del Diario de Madrid, primer cotidiano de España, y de otros muchos periódicos.