Colección de Lotería Nacional 1980
Especial dedicado al Periodismo Español

La algarabía de una redacción romántica queda reflejada en este grupo anónimo de periodistas – o escritores públicos, como se llamaban a la sazón -, en torno a la común mesa de trabajo, tal vez en ese imaginado momento en que cada uno de los circunstantes cambia impresiones personales sobre lo que será el próximo número del periódico, haciendo balance de sus respectivas pesquisas, hallazgos, trabajos y juicios. Chisteras y levitas se recortan en el fragmento escogido para responder a las exigencias verticales del dibujo, dentro de un bello encuadre.

Cuando se inicia el periodismo diario en España, a finales del siglo XVIII, aparece la suscripción como una apoyatura sobre la cual cimentar la seguridad económica de las ediciones, vigente hasta nuestros días. La suscripción acorta el riesgo de las tiradas aventuradas y cimenta la seguridad de ejemplares vendidos, sobre todo en las épocas en que estaban reducidos los canales de distribución. Una prueba de esta previsión empresarial queda patente en estos dos recibos de suscripción de los diarios madrileños El Tiempo y La Esperanza, ambos del siglo XIX.

No sólo fue el Diario de los Literatos de España la primera revista literaria aparecida en nuestro país – pues el título no implicaba carácter cotidiano -, de periodicidad trimestral, sino una de las mejores de nuestra patria en aquel siglo ilustrado. Fundada en Madrid en 1737; bajo el patrocinio de Felipe V, fue iniciada por los escritores Francisco Javier de la Huerta y Vega, Juan Martínez Salafranca y Leopoldo Jerónimo Puig, y desapareció en 1742. Fue el exponente de la cultura neoclásica y el germen corporativo de la Real Academia de la Historia.

Inmensa fue la popularidad de que gozó en su tiempo el periodista liberal don Pedro Calvo Asensio (1821-1863). Nacido en Mota del Marqués (Valladolid), fue doctor en Farmacia y Derecho, cultivó el teatro y la novela, fundó el semanario profesional El Restaurador Farmacéutico, la revista satírica El Cinife y, sobre todo, el diario La Iberia, en 1851, órgano del Partido Progresista, donde llevó a cabo importantes campañas políticas al servicio de sus ideales.

La gran aventura bélica del periodista español tendrá sus más destacadas gestas en las guerras carlistas, Marruecos, Cuba y Filipinas, entre los siglos XIX y XX, donde destacaron los nombres de Alarcón, Francisco Peris Mencheta,Luis Morote… Aquí tenemos a un típico corresponsal de guerra del siglo XIX, en la batalla de Somorrostro, en 1874, tomando notas al lado de su caballo. Se trata del periodista aragonés Mariano Araus (1836-1901), que alcanzaría nombradía como redactor de El Imparcial y de El Liberal, más tarde.